Espacios saludables en la educación: Clave para el éxito educativo en Chile
El entorno en el que se desarrolla el aprendizaje es clave para el éxito educativo en Chile, no solo influye en la comodidad de quienes lo habitan, sino que también juega un papel crucial en su rendimiento y bienestar. En Chile, la creación de espacios educativos saludables es una pieza clave para impulsar una educación de calidad y fortalecer la comunidad escolar. Pero, ¿Cómo impacta realmente el ambiente en el desempeño de estudiantes y docentes?

Un ambiente que potencia el aprendizaje
Imagina tratar de concentrarte en una prueba mientras el calor es sofocante o el aire está cargado de contaminación. No es una situación ideal, ¿verdad? Diversos estudios han demostrado que las condiciones ambientales afectan el rendimiento académico.
Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Chile evidenció que las altas temperaturas pueden perjudicar los resultados en pruebas estandarizadas como el SIMCE y la PSU. Asimismo, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso determinó que la contaminación atmosférica incide negativamente en el desempeño en asignaturas clave como lenguaje, matemáticas y ciencias.
Esto confirma que no basta con buenos programas educativos; el entorno en el que se imparten también debe ser óptimo para el aprendizaje.
Bienestar emocional: un pilar para la educación
El bienestar de la comunidad educativa no solo depende de condiciones físicas adecuadas, sino también del apoyo emocional y social. En este sentido, el Ministerio de Educación de Chile, a través del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), ha desarrollado programas enfocados en fortalecer el bienestar socioemocional de docentes y estudiantes.
Además, instituciones como la Universidad Central de Chile han apostado por la formación en esta área, ofreciendo diplomados en bienestar socioemocional en contextos educativos, con el objetivo de dotar a los profesionales de herramientas para gestionar la convivencia escolar y fomentar comunidades más inclusivas.
La importancia de integrar la naturaleza en la escuela
No es casualidad que los espacios con áreas verdes sean más acogedores. Incorporar infraestructura verde en colegios y universidades no solo embellece el entorno, sino que también influye en la asistencia y el bienestar general de la comunidad educativa. Un entorno escolar que cuente con espacios abiertos permite mejorar el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes, promoviendo un ambiente de aprendizaje más equilibrado.
Garantizar la calidad educativa desde la infraestructura
Si bien en Chile no existe una certificación específica equivalente a “Great Place to Work” para instituciones educativas, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA-Chile) es el organismo encargado de garantizar que universidades y centros de formación técnica cumplan con estándares de calidad que incluyan el bienestar de la comunidad educativa. Asegurar ambientes óptimos es una parte esencial de este proceso de acreditación.
¿Cómo lograr espacios más saludables en la educación?
La transformación de los entornos educativos no requiere cambios drásticos de inmediato. Existen acciones concretas que pueden marcar la diferencia:
- Incorporar zonas verdes: La presencia de naturaleza en los colegios favorece tanto la concentración como el bienestar emocional.
- Mejorar la calidad del aire: La ventilación adecuada y el uso de purificadores contribuyen a un ambiente más saludable.
- Fomentar la educación al aire libre: Actividades en espacios exteriores no solo reducen el estrés, sino que fortalecen la conexión con el entorno.
- Diseñar espacios flexibles: Aulas adaptables a distintas metodologías fomentan la creatividad y el trabajo colaborativo.
- Promover hábitos saludables: Integrar programas de actividad física y alimentación balanceada ayuda a mejorar el bienestar general.
Un compromiso con el bienestar educativo
Desde el sector privado, empresas como Odorox by Pyure han asumido un rol activo en esta transformación. Su CEO, Jaime Kong, destaca: “Nuestro compromiso es proporcionar soluciones que mejoren la calidad del aire en espacios educativos, eliminando olores, bacterias y virus, para garantizar entornos más saludables y seguros para estudiantes y docentes.”
La educación es mucho más que libros y pizarras: es el entorno donde se forman las generaciones del futuro. Apostar por espacios saludables en los establecimientos educativos chilenos es una inversión en bienestar, aprendizaje y desarrollo. Un entorno adecuado puede ser la clave para potenciar el éxito académico y humano de toda la comunidad escolar.